Normalmente nos pasamos lamentando de lo que nos toca vivir,
situaciones que creemos que no corresponden a nuestras necesidades o a lo que
merecemos, pero es cierto que él
universo solo te regresa, lo que tú le otorgas, entonces recibimos lo que nos
corresponde.
Es imposible tener
resultados diferentes, si hacemos siempre lo mismo, para cambiar los resultados tenemos que hacer
cosas diferentes.
Ahora tenemos que dejar de ver para afuera y observar para
dentro de nosotros mismo, diría mi abuelo, mirar para adentro, ¡qué difícil es!, pues al ser la persona con
la que convivimos, y usar el cuerpo que habitamos creemos que nos conocemos
demás, lamentablemente no es así, la mayoría de las veces es a la persona que
menos tiempo le dedicamos, ósea, a nuestro arreglo personal, apariencia física y
comportamiento, le ponemos el 100% de nuestra atención, pero a los
requerimientos de pensamiento, espiritualidad, y salud interior los pasamos por alto, pues como
“no es visible para los demás” le restamos importancia.
Pero inevitablemente lo que somos por dentro es lo que
reflejamos, por más maquillaje y máscaras usemos, al final la luz de nuestros
ojos rebela la verdad que habita en nuestro interior.